
En el marco de la implementación de proyectos de infraestructuras verdes para el manejo del agua en la Cuenca de México a partir de espacios públicos existentes, el Parque Hídrico La Quebradora surge como la primera propuesta de acupuntura hidrourbana. El proyecto del equipo del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, coordinado por Manuel Perló Cohen y Loreta Castro Reguera Mancera, plantea convertir la infiltración del predio en un hito de buen manejo del agua, generación de espacio público y fortalecimiento del tejido social a partir de cuatro niveles que son infraestructura, parque, ciudad y mirador. Resolviendo una parte de la problemática hídrica y social que enfrenta el territorio, la propuesta transforma la infraestructura urbana en un espacio público y recreativo para la comunidad frente a una zona con alta densidad y escasas áreas públicas.
Ahora bien, ¿que son las acupunturas hidrourbanas? ¿cuáles son sus objetivos claves? Como define Jaime Lerner, “Sin interferir en la planificación general se pueden realizar actuaciones rápidas de mejora en puntos concretos, es lo que yo denomino acupuntura urbana”. Mientras que Kongjian Yu habla del rol de las ciudades esponja al retener y disminuir el flujo del agua a través de terrazas, estanques y diques. De esta manera, el paisaje urbano se convierte en un sistema activo que, por medio de espacios abiertos, es capaz de absorber el exceso de agua, retenerlo y filtrarlo durante las lluvias, para luego liberarlo paulatinamente.
